Un buen sábado subimos a la sierra de Guadarrama para realizar una ruta circular que empieza en el famoso Camino de Smith (una senda preciosa que parte en Navacerrada y llega a Cercedilla), y nosotros lo enlazamos con la ruta a Siete Picos.
Dejamos el coche en el puerto de Navacerrada y empezamos el camino que está señalizado.
Vemos desde la otra orilla la Bola de Mundo, que ya subimos el día de la lluvia de estrellas.
Para llegar al comienzo del Camino de Smith empezamos por una carretera asfaltada que termina en una vaya, y a la izquierda empieza el camino.
La senda está muy bien señalizada y es una senda muy cómoda de andar. En invierno tiene que ser espectacular andar sobre el manto blanco entre esta arboleda.
Pasamos justo por debajo de uno de los teleféricos de la estación.
Es una zona muy umbría y hace más frío.
Empezamos ya por una parte más soleada y que nos calienta algo más.
De lejos, vemos el Peñalara.
Ahora tomamos el camino de la izquierda y empezamos una subida, en forma de escalerita.
Cuando llegamos a este collado, el camino de Smith sigue hacia delante, pero nosotros cogemos a la izquierda, para seguir subiendo. Tenemos que ir tomando altura para subir a los Siete Picos.
Seguimos por la marcada Senda de los Alevines, que está señalizado con marcas amarillas y blancas.
Seguimos entre la umbría, es un camino muy cómodo entre los abetos.
Seguimos las mismas marcas, el camino es inconfundible.
Ya empezamos a ver otro paisaje, en el que se acaban los abetos y empieza a divisarse las piedras.
Preciosas las vistas que tenemos a nuestro alrededor.
Ahora toca ir saltando alguna que otra piedra...
Saltar y esquivar alguna que otra piedrecita....
Seguimos subiendo y haciendo alguna trepada.
Y tomamos de nuevo un sendero como el que traíamos antes.
Ya vemos donde tenemos que llegar, el primero de los Siete Picos.
Paramos a tomarnos un tentempie para seguir.
Desde aquí se puede ver todos los pueblecitos de alrededores.
Seguimos andando siguiendo el sendero marcado entre abetos y piedras.
Paisaje espectacular...
El camino se vuelve a llenar de piedras que hay que ir esquivando.
Ya vamos llegando arriba del todo, al primer pico.
David en todo lo alto de la montaña de piedras.
Todo el paisaje es del mismo estilo, y continuamos para llegar a cada uno de los Siete picos de esta montaña.
Al fondo tenemos de nuevo la Bola del Mundo, aunque no se distingue las antenas que le caracterizan.
Seguimos el sendero marcado, no tiene pérdida ninguna.
Algunas formas muy curiosas, y parecen que con un viento vayan a caer.
Ya llegamos al último de los Siete picos, y después de esto, toca la bajada hasta llegar al sitio donde hemos partido.
El vértice sólo está en el último pico, ya que es el más alto. Si miramos hacia atrás, vemos todos los picos que hemos ido viendo.
La bajada empieza por una zona de abetos, y suelo cogemos una pista de tierra que nos hace muy fácil la bajada.
Pasamos por otro teleférico de la estación, y ya casi hemos llegado al punto de salida.
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